La ratificación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), de vetar la práctica del fútbol en estadios ubicados a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar es una clara muestra de que nuestro país está sometido a actitudes de los verdugos del deporte, a quienes sólo les interesa lucrar a manos llenas con esta actividad.
La universalidad y el derecho inalienable de los pueblos de practicar deporte en su lugar de origen fueron pisoteados por el máximo organismo que rige el balompié mundial, perjudicando a Bolivia con esta determinación.
Ni siquiera fue considerado el pedido de la Confederación Sudamericana de Fútbol, que mediante una carta dio a conocer su determinación de disputar partidos de fútbol, ya sea por las eliminatorias mundialistas o cualquier otro tipo de certamen internacional, en las sedes naturales que tiene cada país.
Al herir de muerte al fútbol boliviano, sólo por ceder a las presiones económicas, se corre el peligro de que otro tipo de actividades que son realmente nocivas para el ser humano, como la drogadicción, el alcoholismo y otras, puedan adquirir carta de ciudadanía en nuestro medio.
La decisión de ratificar el veto a la altura por parte de Joseph Blatter mata las ilusiones de niños, jóvenes y adultos bolivianos.
La decisión del máximo representante de la FIFA, Joseph Blatter, que utiliza falsos argumentos para sustentar el veto fue rechazada por toda la población boliviana y sus autoridades, los que expresaron su voz de protesta y ratificaron el derecho que tenemos los bolivianos de jugar el más popular de los deportes en nuestras ciudades de origen.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a nombre del Gobierno, expresó oficialmente en Palacio Quemado, la protesta, calificando a la determinación de la FIFA de “injusta, racista y discriminatoria”.
La FIFA, a través de un comunicado, hizo conocer su decisión de ratificar el veto planteado hace semanas de prohibir los cotejos internacionales de eliminatorias mundialistas en ciudades más altas a los 3.000 metros.
Esta posición afecta a los estadios bolivianos de La Paz, Potosí y Oruro.
De acuerdo con el Presidente de la FIFA, la determinación responde a que “la mayoría de los jugadores que juegan las eliminatorias están en Europa y no tendrán tiempo de adaptarse”.
El Ministro manifestó que detrás de esta determinación están varias instituciones del fútbol que protegen sus intereses económicos. “Lo que se está defendiendo son oscuros intereses económicos de grandes consorcios y asociaciones que lucran con el fútbol, a través de patrocinios a jugadores que son bien cotizados en el fútbol mundial”, puntualizó.
La universalidad y el derecho inalienable de los pueblos de practicar deporte en su lugar de origen fueron pisoteados por el máximo organismo que rige el balompié mundial, perjudicando a Bolivia con esta determinación.
Ni siquiera fue considerado el pedido de la Confederación Sudamericana de Fútbol, que mediante una carta dio a conocer su determinación de disputar partidos de fútbol, ya sea por las eliminatorias mundialistas o cualquier otro tipo de certamen internacional, en las sedes naturales que tiene cada país.
Al herir de muerte al fútbol boliviano, sólo por ceder a las presiones económicas, se corre el peligro de que otro tipo de actividades que son realmente nocivas para el ser humano, como la drogadicción, el alcoholismo y otras, puedan adquirir carta de ciudadanía en nuestro medio.
La decisión de ratificar el veto a la altura por parte de Joseph Blatter mata las ilusiones de niños, jóvenes y adultos bolivianos.
La decisión del máximo representante de la FIFA, Joseph Blatter, que utiliza falsos argumentos para sustentar el veto fue rechazada por toda la población boliviana y sus autoridades, los que expresaron su voz de protesta y ratificaron el derecho que tenemos los bolivianos de jugar el más popular de los deportes en nuestras ciudades de origen.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a nombre del Gobierno, expresó oficialmente en Palacio Quemado, la protesta, calificando a la determinación de la FIFA de “injusta, racista y discriminatoria”.
La FIFA, a través de un comunicado, hizo conocer su decisión de ratificar el veto planteado hace semanas de prohibir los cotejos internacionales de eliminatorias mundialistas en ciudades más altas a los 3.000 metros.
Esta posición afecta a los estadios bolivianos de La Paz, Potosí y Oruro.
De acuerdo con el Presidente de la FIFA, la determinación responde a que “la mayoría de los jugadores que juegan las eliminatorias están en Europa y no tendrán tiempo de adaptarse”.
El Ministro manifestó que detrás de esta determinación están varias instituciones del fútbol que protegen sus intereses económicos. “Lo que se está defendiendo son oscuros intereses económicos de grandes consorcios y asociaciones que lucran con el fútbol, a través de patrocinios a jugadores que son bien cotizados en el fútbol mundial”, puntualizó.
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