Los informes científicos elaborados sobre el deporte en la altura sostienen de manera contundente que el ser humano no corre –ni siquiera levemente– riesgo alguno para competir a un nivel elevado.
El director del Instituto Boliviano de Biología de la Altura, Enrique Vargas, recordó que hace años se hizo un trabajo de campo con los jugadores de Blooming, a quienes se exigió al máximo y luego de ello, a través de diversos mecanismos, se controló la reacción de su cuerpo y no se detectó ningún riesgo para su salud.
“Los estudios de biología de la altitud, análisis médico en capacidad aeróbica, ventilatoria y de lactato. Se hizo con diversos parámetros. Los resultados no tienen alteración y por eso sostenemos que el deporte en la altura no tiene implicancia, peor en atletas”, dijo Vargas.
Por su parte, desde Santa Cruz, el médico Jorge Flores, quien también participó de la defensa del veto de 1996, explicó que las estadísticas le correspondieron a él. “En más de 2.000 partidos de ida y vuelta, ningún jugador tuvo problema alguno de jugar en la altura”, dijo Flores, miembro de la Conmebol.
El director del Instituto Boliviano de Biología de la Altura, Enrique Vargas, recordó que hace años se hizo un trabajo de campo con los jugadores de Blooming, a quienes se exigió al máximo y luego de ello, a través de diversos mecanismos, se controló la reacción de su cuerpo y no se detectó ningún riesgo para su salud.
“Los estudios de biología de la altitud, análisis médico en capacidad aeróbica, ventilatoria y de lactato. Se hizo con diversos parámetros. Los resultados no tienen alteración y por eso sostenemos que el deporte en la altura no tiene implicancia, peor en atletas”, dijo Vargas.
Por su parte, desde Santa Cruz, el médico Jorge Flores, quien también participó de la defensa del veto de 1996, explicó que las estadísticas le correspondieron a él. “En más de 2.000 partidos de ida y vuelta, ningún jugador tuvo problema alguno de jugar en la altura”, dijo Flores, miembro de la Conmebol.
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