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Friday, June 8, 2007

Veto a la altura eleva la polémica

Quienes frecuentan las montañas dicen que desde allí las cosas se ven más relajadas, las canchas parecen de juguete y cuando la pelota pasa por sobre el travesaño nadie dice que se fue a las nubes, simplemente porque convive entre ellas.

Sigilosamente envuelta en unas pocas palabras, una reciente medida de la FIFA acaba de alterar esa mansedumbre, al prohibir los partidos internacionales de fútbol a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar.

Por múltiples factores, una decisión controvertida que afecta a estadios en Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile y México y que puso en pie de guerra a congéneres de esas latitudes que reaccionaron con vehemencia y convirtieron al tema en cuestión de estado.

Aprovechando una reunión en Zurich, coronada con la reelección de Joseph Blatter como su presidente por cuatro años más, la FIFA anunció que ''por razones médicas y para proteger la salud de los jugadores'', en el futuro ''no se deberá disputar partidos internacionales'' en estadios con alturas superiores a los 2,500 metros sobre el nivel del mar.

Si se toma al pie de la letra lo que dice la FIFA, eso significa que, además de partidos por eliminatorias mundialistas, las decenas de equipos latinoamericanos que viven en la altura no podrían jugar en sus canchas en la Copa Libertadores y Sudamericana, entre otros ejemplos.

Es decir, que la FIFA no aclaró hasta ahora si su veto rige sólo para partidos de eliminatorias mundialistas, como se sospecha, o si también abarca a otras competencias.

Y si la medida es para resguardar la salud de los futbolistas, entonces también debería incluir a los partidos de las ligas nacionales que se juegan con más altitud de lo que la sede de Zurich estima conveniente.

Resulta llamativa la voluntad de la FIFA por proteger la salud de los futbolistas en la altura y se desentienda de aquellos que en Africa juegan atormentados por el calor, en Europa ateridos por el frío y aún bajo la nieve, o llenando sus pulmones con resabios de una tormenta de arena, como la que vivió quien esto escribe en Emiratos Arabes durante el mundial juvenil de 2003.

Otro problema por omisión, acaso el más grave de todos, es que Blatter y la FIFA no dan señales de preocupación con los futbolistas que dejan jirones de salud cuando juegan un promedio de 100 partidos anuales, embarcados no sólo en las ligas locales o con sus seleccionados, sino también en las múltiples competencias internacionales.

Cuanta más actividad haya, mucho mejor para las arcas de la FIFA y sus satélites, entre ellos una Conmebol donde Brasil y Argentina parecen llevar la voz cantante.

A propósito de estos dos gigantes del fútbol, se dice que ambos influyeron para que la FIFA le pusiese un coto a la altura, ya que en la próxima carrera hacia el Mundial de Sudáfrica en 2010, Perú deslizó que iría a jugar en la altura de Cusco y no en Lima, sumando así un nuevo escollo a los que ya representaban La Paz, Quito y Bogotá.

Brasil siempre fue un eterno quejoso de la altura y aún le cuesta digerir que haya perdido su invicto en las eliminatorias mundialistas, cuando Bolivia le ganó 2-0 en La Paz para el Mundial de los Estados Unidos en 1994.

Y en febrero pasado, Flamengo elevó una protesta formal a la Conmebol porque sus jugadores padecieron problemas físicos a unos 4,000 metros sobre el nivel del mar, en el 2-2 ante Real Potosí por la Copa Libertadores.

Las quejas de Argentina siempre se quedaron en casa, entre ellas una que aún es muy recordada y sigue moviendo a risa.

''En la altura, la pelota no dobla'', dijo el entonces técnico de la selección Daniel Passarella tras la derrota 2-0 ante Ecuador, en Quito, durante las eliminatorias para el Mundial de Francia de 1998.

Para aunar criterios y debatir el veto de la FIFA, la Conmebol, que representa a las 10 federaciones sudamericanas, anunció una reunión de médicos para el 14 de junio y otra de sus dirigentes un día después.

Por entonces, podrían aparecer empresas con sus chequeras para que alguna ciudad de las vetadas sea sede de la ''Copa Montañera'' o la ``Recopa GranAltura''.

Ganancias para la FIFA o la Conmebol. Y quizás asunto olvidado.

Blatter nació cerca del cielo, en los Alpes suizos, frente a uno de los cerros más altos de Europa, pero ahora tiene los pies sobre la tierra.

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