El presidente Evo Morales cargó ayer contra la FIFA y acusó al organismo regente del fútbol de discriminar a varios países latinoamericanos por su reciente decisión de prohibir partidos internacionales por encima de los 2.750 metros de altitud sin adaptación previa de los equipos visitantes.
En declaraciones a varios medios, Morales también invocó a la conciencia de los países que forman parte de la FIFA para hagan causa común con Bolivia en contra del veto, anunciado el sábado en Tokio por el presidente Joseph Blatter.
“La resolución de la FIFA es una marginación a todos nosotros que vivimos en la altura. Sin embargo, quiero decir a los señores de la FIFA: todos podemos jugar en cualquier nivel”, afirmó el Mandatario.
“Con mucho respeto, quiero decir a los señores de la FIFA: en vez de vetar al estadio (modifiquen) el modelo de campeonato ... pero especialmente estos fines de lucro y especialmente con fines discriminatorios”, agregó Morales, en aparente alusión al formato de disputa de los partidos de la eliminatoria sudamericana a la Copa del Mundo. Bolivia marcha última en la ruta hacia Sudáfrica 2010.
La noticia cayó como balde de agua fría en el medio futbolístico boliviano y en el propio Gobierno Nacional, pues a mediados de año una campaña internacional con Colombia, Perú y Ecuador —que como Bolivia tiene canchas sobre los 2.000 metros de altitud—, y encabezada por Morales, había logrado que Blatter desechara vetos iniciales.
Tras una visita de Morales a Blatter en su despacho en Zurich, el dirigente de la FIFA anunció que quedaba sin efecto cualquier veto a la espera de estudios profundos sobre el deporte en la altitud, pues los que habían sido la base de los primeros fueron descalificados por los países andinos sudamericanos por ser supuestamente superficiales.
La nueva disposición, a diferencia de las anteriores que inicialmente ponían la vara para el veto por encima de los 2.500 metros y luego, tras una reconsideración al influjo de la Conmebol, de los 3.000 metros, afecta fundamentalmente a tres ciudades de Bolivia: La Paz (3.600 metros), Potosí (3.950 metros) y Oruro (3.800 metros).
Blatter indicó que aún queda por definir el tiempo razonable de adaptación, al señalar que el dato surgirá de investigaciones en curso, cuyo origen no precisó.
Oruro es la tierra del nuevo campeón boliviano, San José, que deberá ser acompañado en competencias internacionales el año que viene, como la Copa Libertadores y la Sudamericana, ya sea por La Paz FC o Bolívar, ambos representantes paceños.
Morales, un permanente animador de partidos de fútbol, había comprometido la semana pasada una donación de 4,5 millones de dólares a San José para la construcción de un estadio propio en Oruro, tras lograr el campeonato nacional.
“El fútbol es algo importante en la vida que nos hace olvidar muchas cosas (...). Apelamos a la conciencia de muchos países (para que se) adhieran a esta lucha para jugar en la altura”, añadió.
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