El presidente de la Comisión de Dopaje de la Federación Boliviana de Fútbol, Ivo Eterovic, fue uno de los más felices luego de que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, enterrara en el reciente Congreso de la entidad mundial el tema de la altura.
Ayer recibió la noticia en Trinidad, donde estaba con el secretario general de la Federación, Pedro Zambrano, y dijo que cierra la labor con felicidad.
¿Qué sensación tiene luego de esa decisión de la FIFA?
Que se logró torcer el brazo a un monstruo como es la FIFA. Cómo un país pobre logró rebatir un tema tan delicado como fue el de la altura, cuando se tenía todas las de perder. Nadie
creía que se iba a producir, ni en el país creyeron en el trabajo científico que realizamos, porque todo el mundo nos criticó.
¿En qué cree que se haya basado Blatter para enterrar el tema?
Porque tiene los estudios que hicimos en la mano, demostramos que se puede competir de la mejor manera en la altura, con el trabajo que hicimos en torno a la ventana fisiológica y las seis horas en que el futbolista puede rendir en el más alto nivel. Los resultados están a la vista, pero no sólo a nivel internacional, porque ya se vio que en el mismo torneo liguero se producen resultados, como los que Oriente le ganó a San José en Oruro, o cuando Wilstermann superó a Bolívar.
De aquí en más, ¿que es lo que queda?
Lo único que puedo decir es misión cumplida con el fútbol, una vez que el tema ha quedado enterrado, ahora creo que la lucha se le tiene que dirigir hacia otros deportes, el tenis, la natación, que ya están afectados con el tema de la altura. Creo que la Federación Bolivia de Fútbol también ya cumplió, ahora lo único que nos resta es ayudar a otros deportes, porque el primer antecedente ya ha quedado archivado, ahora hay que seguir con la lucha en otros deportes.
¿O sea que trabajaría con el Comité Olímpico Boliviano?
No lo sé, eso ya corresponde a otras instancias, no a mí, pero siempre estaré presto a colaborar con mi país, como boliviano que soy, en caso de que necesiten de nuestro apoyo.
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