Ni la Comisión Médica ni el Comité Ejecutivo de la Conmebol dan lugar a tratar el veto a la altura. El médico de la FBF Ivo Eterovic advierte de que sólo hay tiempo hasta febrero para convencer a los demás países.
Terminadas las eliminatorias mundialistas para Sudáfrica 2010 nadie más tocó el tema, pero el fantasma del veto a la altura sigue en pie, y el peligro de que la Selección Nacional no vuelva a jugar más sus cotejos en La Paz está latente.
Tanto el Comité Ejecutivo como el Comité Médico de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) han optado por desviar el asunto y no tratarlo en lo que resta del año, y ante esta posición, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) está con las manos atadas.
El médico de la FBF Ivo Eterovic, responsable de llevar adelante los estudios médico-científicos para demostrar que la altura no hace daño, alertó ayer sobre la probabilidad de que la FIFA ratifique el veto si hasta febrero de 2010 no se exponen los resultados de los trabajos efectuados y se convence a la Comisión Médica de la Conmebol que no hay problema alguno para que se puedan llevar a cabo partidos en sitios por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar.
Afirmó que Bolivia está en condiciones de demostrar científicamente que jugar en la altura no hace daño, pero que el asunto ha vuelto a ser político, y que es en ese ámbito donde la FBF también debe lograr convencer a todos los integrantes de la Conmebol.
“Se ha convertido en un juego político, dejando de lado lo científico. Eso ha ocurrido desde el momento en que se puso en duda la hipótesis de la FIFA, de que jugar en escenarios ubicados a más de 2.700 metros sobre el nivel del mar hace daño. Eso está influyendo”, comentó.
Desde su punto de vista, son Argentina y Brasil los países que “nos hacen la guerra” y quieren que se vete a la altura, y por eso “hay que tratar de que cambien de posición”, y a partir de ahí que Sudamérica toda haga una defensa ante la FIFA.
Bolivia cuenta con un estudio elaborado entre los meses de julio a septiembre de este año, que fue presentado preliminarmente el pasado mes en un congreso médico desarrollado en Zúrich, “causando una muy buena impresión”, según Eterovic.
Las primeras pruebas, con jugadores de La Paz Fútbol Club y Real Mamoré, establecieron que jugar a 3.600 metros sobre el nivel de mar no tiene efectos en el rendimiento de los futbolistas del llano dentro de las primeras cuatro horas de su llegada a ese sitio, y lo propio pasa con los jugadores de occidente que van al llano. A este periodo de tiempo el médico lo denomina como la “ventana” que permite que se pueda jugar sin inconvenientes dentro de ese lapso.
En una segunda fase se determinó el deterioro físico que presentan los futbolistas a partir de las 24 horas después de cambiar de altitud, que alcanza a un 30 por ciento en el primer día.
La FIFA —recordó Eterovic— quedó en responder si será posible que Bolivia exponga y defienda los estudios realizados durante el congreso médico que se llevará a cabo en Sudáfrica, en febrero de 2010; sin embargo, hasta le fecha no hay ningún pronunciamiento.
Al galeno boliviano le llama la atención que tampoco en la Comisión Médica de la Conmebol se haya mostrado interés por conocer esos estudios.
“Hemos realizado un trabajo serio y positivo. En el exterior ya saben que no existen más argumentos científicos para respaldar el veto”.
De acuerdo con el gerente general de la FBF, Alberto Lozada, “la defensa de la altura ha dejado de ser científica y ha pasado a ser política, y por eso el presidente de la FBF, Carlos Chávez, está intentado hablar a nivel de la Conmebol para resolverlo ahí, pues son las selecciones de los países sudamericanos las que vienen a jugar, no las europeas, asiáticas o africanas”.
El Comité Ejecutivo de la Conmebol se reunió el mes pasado en Asunción y, según Lozada, “Carlos Chávez solicitó en dicha oportunidad que se pueda tocar el tema de la altura, pero los demás dijeron que había otros más importantes que analizar y se quedó en nada”.
Para Eterovic, es la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) la que tiene que presionar para que la Conmebol convoque a su Comisión Médica “y exponer los resultados ahí, porque de no hacerlo hasta febrero, el veto es inminente”, sentenció.
Lozada aseguró que sólo resta “estar atentos” y esperar la oportunidad para defender este trabajo, “mientras tanto hay que ir agregando algunas cosas que faltan, mejorándolo, para que en el momento en que la FIFA nos permita lo tengamos listo y lo podamos presentar”.
La frase
Si no presentamos este trabajo (de defensa de la altura) ante la Comisión Médica de la Conmebol, hasta antes que la FIFA se reúna en el mes de febrero, el veto es inminente”
Ivo Eterovic / Médico de la FBF
Terminadas las eliminatorias mundialistas para Sudáfrica 2010 nadie más tocó el tema, pero el fantasma del veto a la altura sigue en pie, y el peligro de que la Selección Nacional no vuelva a jugar más sus cotejos en La Paz está latente.
Tanto el Comité Ejecutivo como el Comité Médico de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) han optado por desviar el asunto y no tratarlo en lo que resta del año, y ante esta posición, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) está con las manos atadas.
El médico de la FBF Ivo Eterovic, responsable de llevar adelante los estudios médico-científicos para demostrar que la altura no hace daño, alertó ayer sobre la probabilidad de que la FIFA ratifique el veto si hasta febrero de 2010 no se exponen los resultados de los trabajos efectuados y se convence a la Comisión Médica de la Conmebol que no hay problema alguno para que se puedan llevar a cabo partidos en sitios por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar.
Afirmó que Bolivia está en condiciones de demostrar científicamente que jugar en la altura no hace daño, pero que el asunto ha vuelto a ser político, y que es en ese ámbito donde la FBF también debe lograr convencer a todos los integrantes de la Conmebol.
“Se ha convertido en un juego político, dejando de lado lo científico. Eso ha ocurrido desde el momento en que se puso en duda la hipótesis de la FIFA, de que jugar en escenarios ubicados a más de 2.700 metros sobre el nivel del mar hace daño. Eso está influyendo”, comentó.
Desde su punto de vista, son Argentina y Brasil los países que “nos hacen la guerra” y quieren que se vete a la altura, y por eso “hay que tratar de que cambien de posición”, y a partir de ahí que Sudamérica toda haga una defensa ante la FIFA.
Bolivia cuenta con un estudio elaborado entre los meses de julio a septiembre de este año, que fue presentado preliminarmente el pasado mes en un congreso médico desarrollado en Zúrich, “causando una muy buena impresión”, según Eterovic.
Las primeras pruebas, con jugadores de La Paz Fútbol Club y Real Mamoré, establecieron que jugar a 3.600 metros sobre el nivel de mar no tiene efectos en el rendimiento de los futbolistas del llano dentro de las primeras cuatro horas de su llegada a ese sitio, y lo propio pasa con los jugadores de occidente que van al llano. A este periodo de tiempo el médico lo denomina como la “ventana” que permite que se pueda jugar sin inconvenientes dentro de ese lapso.
En una segunda fase se determinó el deterioro físico que presentan los futbolistas a partir de las 24 horas después de cambiar de altitud, que alcanza a un 30 por ciento en el primer día.
La FIFA —recordó Eterovic— quedó en responder si será posible que Bolivia exponga y defienda los estudios realizados durante el congreso médico que se llevará a cabo en Sudáfrica, en febrero de 2010; sin embargo, hasta le fecha no hay ningún pronunciamiento.
Al galeno boliviano le llama la atención que tampoco en la Comisión Médica de la Conmebol se haya mostrado interés por conocer esos estudios.
“Hemos realizado un trabajo serio y positivo. En el exterior ya saben que no existen más argumentos científicos para respaldar el veto”.
De acuerdo con el gerente general de la FBF, Alberto Lozada, “la defensa de la altura ha dejado de ser científica y ha pasado a ser política, y por eso el presidente de la FBF, Carlos Chávez, está intentado hablar a nivel de la Conmebol para resolverlo ahí, pues son las selecciones de los países sudamericanos las que vienen a jugar, no las europeas, asiáticas o africanas”.
El Comité Ejecutivo de la Conmebol se reunió el mes pasado en Asunción y, según Lozada, “Carlos Chávez solicitó en dicha oportunidad que se pueda tocar el tema de la altura, pero los demás dijeron que había otros más importantes que analizar y se quedó en nada”.
Para Eterovic, es la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) la que tiene que presionar para que la Conmebol convoque a su Comisión Médica “y exponer los resultados ahí, porque de no hacerlo hasta febrero, el veto es inminente”, sentenció.
Lozada aseguró que sólo resta “estar atentos” y esperar la oportunidad para defender este trabajo, “mientras tanto hay que ir agregando algunas cosas que faltan, mejorándolo, para que en el momento en que la FIFA nos permita lo tengamos listo y lo podamos presentar”.
La frase
Si no presentamos este trabajo (de defensa de la altura) ante la Comisión Médica de la Conmebol, hasta antes que la FIFA se reúna en el mes de febrero, el veto es inminente”
Ivo Eterovic / Médico de la FBF
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