El pedido de prohibir la práctica del fútbol en ciudades en altura aumentó desde que Bolivia llegó a la Copa Mundial Estados Unidos 1994, una solicitud encabezada por Brasil, cuyo seleccionado perdió su invicto de 40 años en las clasificatorias en La Paz (2-0). Desde entonces el fútbol boliviano está en vigilia porque cerca al inicio de esta competencia surgía el veto y en el arranque de la carrera hacia Brasil 2014 el estadio "Hernando Siles" puede abrir sus puertas para recibir este martes a Colombia con la tranquilidad de que el tema está guardado en el fondo de una de las gavetas de la FIFA.
Los ataques contra los estadios ubicados en ciudades de altura amenazaban con dejar sin partidos internacionales a Bogotá, Quito, Toluca, Cusco, por citar algunos, y principalmente, La Paz, Oruro, Potosí, Sucre y Cochabamba, bajo el argumento de que era "antideportivo" y para dejar sola a Bolivia en esta batalla la FIFA decidió subir el veto a 3.000 metros.
El actual técnico de la Selección Nacional, Gustavo Quinteros, quien además formó parte del equipo que llegó al Mundial USA 94`, comentó este domingo sobre este particular que:"es algo que nunca se debió hablar. Si la altura es determinante Bolivia habría jugado todos los mundiales y no fue así", recordó que jugó contra Brasil en Recife y ante Venezuela en Puerto Ordaz, ciudades con un calor insoportable, y que el seleccionado tuvo que adaptarse.
"El calor, el clima, la geografía son factores que influyen para algunos en forma negativa o positivamente y hay que tomarlos en cuenta para jugar. Cuando jugamos afuera lo hacemos sin pedir cambiar la sede es algo que no se debe hablar. Tenemos que pensar en formar un buen equipo", explicó Quinteros.
En las afueras del estadio Hernando Siles, cerca al ingreso de las puertas que conducen a las oficinas del Sedede, hay una placa conmemorativa a la visita del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que dice lo siguiente: "Yo nací frente a las montañas. Mi pueblo en Suiza está frente a los cerros más altos de Europa. Por eso la altura no me da miedo". Febrero 11 de 2000.
Blatter pronto se olvidó de sus palabras y presionado por Brasil arremetió con todo por evitar que La Paz sea la sede de partidos de las clasificatorias. Incluso el presidente Evo Morales interpuso sus buenos oficios, llegó a Zurich para hablar con el mandamás de la FIFA y se inició una campaña para evitar semejante discriminación.
En mayo de 2008 el mismo Blatter dejó sin efecto el veto a la altura, para entonces Bolivia había conseguido el apoyo de las federaciones y asociaciones de la Confederación, exceptuando Brasil. Algo que no puede olvidarse es que la decisión de la FIFA es de carácter provisional hasta que se profundicen los estudios científicos y sugirió a la Federación construir otro estadio en La Paz en un lugar a menor altura.
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