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Friday, September 7, 2012

‘A la altura no se la combate, se la conoce’



El científico alemán llegó con un grupo de colegas y el seleccionado australiano para hacer los estudios en la altura. En una ocasión la FIFA le dijo no a él y a un médico australiano, pero no se conformaron con ello, buscaron apoyo y cinco años después vinieron a hacer el trabajo en el mismo sitio.

— ¿Cómo surgió la inquietud de hacer un estudio?

— Hace años, en 2007, asistimos a una conferencia de la FIFA en Zúrich, donde estuvimos muchos expertos de todo el mundo y hablamos de la situación de jugar fútbol en la altura, sin embargo desde entonces hasta ahora no hay buenos resultados. Decidimos hacer unos estudios en Sudamérica, pero la FIFA no quiso pagar para ir adelante.

— ¿Qué le provocó aquello?

— Con un amigo y colega australiano, Cris Cor, decidimos hacer un estudio por nuestra cuenta. Un estudio científico sin la FIFA, un trabajo neutral.

— ¿Dice usted que los estudios de la FIFA no son claros?

— Yo no entro en la política de las entidades, porque eso dañaría la fidelidad de los estudios. Sabemos nosotros que hay quejas y presión a la FIFA, porque los equipos de Brasil, de Argentina se quejan y no quieren jugar, pero eso es otra cosa, yo no quiero entrar en eso.

— ¿Por qué estudios en Santa Cruz y en La Paz?

— Porque el equipo australiano venía de muy lejos, más de 30 horas de viaje, entonces era una parada obligada, para luego subir a la altura.

— ¿Cuál es la conclusión preliminar del trabajo?

— En mi opinión personal es que la altura disminuye la capacidad en los primeros días para quienes vienen de afuera, pero de ninguna manera afecta a la salud o siquiera significa un riesgo para un futbolista.

— La FIFA en su momento prohibió y vetó a La Paz. ¿Cómo respondió la juvenil australiana?

— Les afectó el cambio hasta el segundo y tercer día, pero todo en los parámetros normales. Usted siempre vivió aquí. ¿Se enteró de que a alguien que vino de afuera le pasó algo grave? Yo averigüé y pregunté, y nunca pasó algo grave.

— ¿El calor extremo puede ser más riesgoso?

— Sí, porque la elevada temperatura causa reacciones más fuertes en el organismo. El extremo calor es riesgoso, sin embargo la FIFA dio el Mundial de Fútbol a Qatar, donde las temperaturas son elevadas.

— ¿Qué otra conclusión preliminar dejó el estudio?

— La altura no es problema y será difícil que se dé algún caso fatal por hacer deporte. Si un atleta está bien en lo físico, de salud y bien preparado, la altura no le afectará. La historia lo dice: nunca pasó algo malo. A la altura no se la combate, sino que se la estudia.

— ¿Presentará este informe a la FIFA?

— No, lo haremos ante los organismos que pagaron el estudio. La FIFA se enterará cuando se publiquen los resultados. Es posible que ahí se entere.

El apoyo del IBBA fue vital para el estudio

El Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA) tuvo decisiva participación en este estudio sobre el rendimiento de los futbolistas en la altura, porque puso a disposición de los científicos extranjeros los equipos, el material requerido y además hubo médicos que participaron en el proyecto.

El grupo de científicos agradeció al IBBA por toda la cooperación recibida y también porque fue el nexo decisivo para plasmar tareas y objetivos que se propusieron los visitantes alemanes, australianos y qataríes.

“Desde que llegamos a Santa Cruz y luego vinimos a La Paz tuvimos el material que necesitábamos. Sin el apoyo del instituto seguro que las cosas no se hubieran facilitado tal como ocurrió. Hasta ahora estamos haciendo las últimas pruebas acá en los laboratorios ”, anotó el médico alemán Walter Smith. Por su parte, el doctor Rudy Soria, miembro del IBBA, del departamento de Fisiología, explicó ayer que la experiencia con el grupo de científicos del exterior fue bastante positiva.

“El hecho de que hubiese una inquietud particular, al margen de los estamentos oficiales del fútbol, que se interese por los efectos que pueda tener la altura en el fútbol y el deporte, es valioso porque nos permite conocer nuevos resultados que ayuden a la tesis de que hacer fútbol o deporte en una situación así no implica en absoluto riesgo alguno”, afirmó Soria, quien también coadyuvó con los investigadores que llegaron del exterior y les apoyó de cerca.

Añadió que los científicos fueron testigos y así se verán en los informes, que los jugadores australianos sintieron el cambio, pero se adaptaron sin problemas.

Científicos concluyen que la altura no es nociva



La altura es una condición natural que puede mermar el rendimiento de un deportista de alta competencia cuando proviene del llano, pero no es nociva para su salud, según la conclusión preliminar a la que llegó un grupo de científicos extranjeros, tras efectuar pruebas médicas sobre la práctica del fútbol en sitios extremos.

Hace tres semanas aterrizó en al país una expedición conformada por científicos de Alemania, Australia y Qatar, quienes llevaron adelante estudios para determinar el rendimiento de jugadores que acostumbrados a vivir en la altura van al llano, y viceversa.

La selección australiana Sub-17 de fútbol y el equipo juvenil de The Strongest colaboraron para llevar a cabo esa actividad, primero en Santa Cruz —casi a nivel del mar— y después en La Paz —a 3.600 metros de altitud.

Al concluir la etapa de recolección de muestras, el procesamiento de los datos y tras proceder al análisis de cada jugador, se concluye que en los primeros días de producido el traslado es cuando el deportista experimenta cambios y puede sufrir una disminución en su rendimiento.

El segundo día y también el tercero, desde su llegada, son los peores; en cambio, a partir del octavo la adaptación está en su plenitud y de ahí para adelante el deportista del llano puede incluso elevar su rendimiento.

El médico alemán Walter Smith, especialista en medicina deportiva y fisiología de la Universidad de Bayreuth, confió a Marcas algunas conclusiones preliminares de los estudios. Durante tres semanas, cada uno de los futbolistas de ambos equipos fue sometido a un riguroso seguimiento para establecer la reacción fisiológica, tanto en Santa Cruz como en La Paz.

“Los jugadores del llano disminuyen en la altura su rendimiento físico si saltan a la cancha los primeros días, más o menos hasta el tercer día de haber llegado”. De acuerdo con Smith, la bajada o subida de metros no supone que esa persona corra el riesgo de sufrir daños en su salud. “Los malestares son leves, pero en ningún caso puede considerarse que haya riesgo vital o se llegue a la muerte”, agregó.

Futbolistas de ambos equipos experimentaron diferentes reacciones —agregó—, pero mostraron continuamente parámetros de salud estable y sin que corrieran algún riesgo. En el caso de los juveniles de The Strongest, cuando fueron a Santa Cruz se les detectó cambios sobre todo en la dificultad que tenían para conciliar el sueño, además sintieron fatigas por las altas temperaturas.

“Los australianos sintieron el cambio cuando les tocó venir a La Paz, fue durante los dos primeros días, pero desde el tercero comenzaron la adaptación y al sexto el contenido de oxígeno en su sangre había aumentado, lo que les permitió que al noveno y décimo días, dependiendo de cada individuo, no sintieran ningún efecto”, explicó Smith.

El científico descartó que fuera necesaria una adaptación de 20 días o más como manejan algunas selecciones; tampoco manifestó con cuántos días previos debían instalarse deportistas del llano en la altura ni qué rutina deberían seguir para evitar los efectos.

“Eso es relativo. El día de arribo a la altura el organismo aún no reconoce el cambio (por eso hay clubes que optan por este método: venir horas antes, jugar y viajar de nuevo). En todo caso, sé que los argentinos y brasileños se quejan, sin embargo nosotros podemos demostrar adaptaciones cortas, como de ocho días sin pasar ningún riesgo”.

Los datos

Profesionales

Llegaron ocho científicos, tres qataríes, dos australianos y tres alemanes.

Afuera

Otros científicos se quedaron en sus países, donde recepcionaron los datos enviados desde Bolivia.

Respaldo

La Universidad de Bayreuth, en Alemania, el Instituto del Deporte de Australia y el de Qatar die-ron apoyo. Equipos

La Sub-17 de Australia y la juvenil de The Strongest apoyaron el trabajo.

GPS, el ‘corazón’ del estudio

¿Qué muestras se recolectaron y qué tipos de análisis se efectuaron? El “corazón” de todo el estudio del rendimiento fisiológico de los jugadores en la altura contó con un moderno chip GPS (Sistema de Posicionamiento Global), mediante el cual se pudo hacer un seguimiento al futbolista en los diversos parámetros que interesan a la investigación.

Antes, durante y después de los cinco partidos que jugaron australianos y bolivianos, todos los jugadores fueron seguidos de manera computarizada para determinar el grado de rendimiento, de-sempeño y recuperación.

Mediante el GPS se controlaron frecuencias cardíacas tanto en Santa Cruz como en La Paz. También se observó la intensidad del esfuerzo realizado por el deportista, la reacción del cerebro, del corazón y la presión sanguínea.

Asimismo se controló la calidad de sueño, los cambios que se dieron en la sangre y en la cantidad de los glóbulos rojos. “En este parámetro nos dimos cuenta de cómo sube la cantidad de oxígeno para quienes vienen de afuera. Los resultados generales de esos estudios no mostraron cambios drásticos, que puedan siquiera hacer temer por la salud de los deportistas. Todas las reacciones y respuestas que recibimos, sobre todo de los australianos en La Paz, estuvieron en los parámetros normales, con algunos malestares al inicio”, afirmó el alemán Walter Smith.

El GPS también fue empleado para seguir la reacción de una parte de los científicos que estuvieron en Bolivia, para conocer cuál era la incidencia de un hombre que no es deportista cuando llega a la altura. Smith sostuvo que la experiencia fue positiva, porque el cambio de geografía que siente el cuerpo humano es el normal, como cuando se va al calor, frío o humedad.

“Todos seguimos sanos, algunos al inicio tuvieron algún malestar, pero se fueron felices por haber visto una realidad y geografía distintas a su país”, comentó el médico.

Versiones bolivianas en los estudios

‘Ratifica la tesis de que se puede’: Rudy Soria, responsable de la Unidad de Fisiología

‘Aún no tenemos las conclusiones finales, pero en las charlas y lo que vimos en el trabajo de campo, se ratifica la tesis de que se puede competir en la altura, que no hay posible daño’.

‘Los australianos se adaptaron’: Douglas Cuenca, DT de The Strongest

‘Al margen de los resultados de los partidos, los australianos se adaptaron más rápido de lo pensado, excepto el primer o segundo día. Luego estuvieron como en casa, sin impedimento’.

Un informe neutro y sin intereses

En tres meses

Los científicos en medicina deportiva acordaron que en un lapso no mayor a los tres meses tendrán que sacar las conclusiones de los estudios efectuados. Son más de 22 muestras que se tomaron a cada jugador en diversas condiciones.

Sin politizar

El doctor Walter Smith dijo que sus colegas científicos se fueron contentos por el trabajo hecho y que en el informe no se politizará. “Será un documento neutro, bastante vigente, el que se vaya a presentar”, aseguró.

Otros estudios

Smith comentó que fue parte de una investigación llevada a cabo en 1993, cuando la doctora Hilte Spilvogel estaba en el IBBA. También mencionó que supo de otros estudios, como del chileno, aunque no se realizaron en territorio boliviano.

Regreso

El alemán no descartó que en un par de años vuelva al país para efectuar similares estudios, aunque ya no con futbolistas, sino con otro tipo de deportista. “Un ciclista y un atleta de pista no tienen ningún problema porque cuentan con mayor tiempo para adaptarse y potenciar su rendimiento”, sostuvo.

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